El jueves pasado, en uno de sus semanales vivos por facebook, el presidente Jair Bolsonaro repitió una clásica teoría de la conspiración. Desde que comenzó la pandemia que Bolsonaro realiza declaraciones polémicas o falsas sobre la enfermedad. En este caso, apuntó contra las vacunas, y Facebook le bajó el vivo.
"Informes oficiales del Gobierno de Reino Unido sugieren que los totalmente vacunados están desarrollando SIDA 15 días después de la segunda dosis".
El primer mandatario de Brasil estaba a punto de leer un artículo, pero se frenó. Arrancó: "Solo voy a dar la notica. No la voy a comentar porque ya lo dije en el pasado y fue muy criticado". Bolsonaro siguió: "Informes oficiales del Gobierno de Reino Unido sugieren que los totalmente vacunados están desarrollando sida 15 días después de la segunda dosis". "Lean esa noticia. No voy a leerla aquí porque podría tener problemas con mi transmisión en vivo" se previno el presidente.
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Por supuesto, la declaración es falsa. El sida se puede transmitir a través del uso compartido de jeringas, pero no es eso lo que sucede con la aplicación de vacunas. En cambio, cada una se aplica con su propia aguja. Facebook e Instagram bloquearon el vivo cuando Bolsonaro comentó esa teoría. La empresa explicó: "Nuestras políticas no permiten acusaciones de que las vacunas de la covid-19 matan o pueden causar daños graves a las personas". El gobierno inglés, por su parte, negó que la afirmación de Bolsonaro tuviera asidero en la realidad. El presidente culpó al medio brasileño que sacó la noticia.
No es la primera vez que Bolsonaro tiene expresiones en este sentido. Al comienzo de la pandemia, el presidente planteó que, en su opinión, "el tema del coronavirus es mucho más fantasía que lo que los principales medios de comunicación propagan". En otro momento, llamó al covid "una gripecita", y dijo que "el virus está sobredimensionado".
