Manuel Tufró, director de Justicia y seguridad del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), dialogó con Argentina Macondo sobre el caso de Lucas González, el adolescente asesinado por agentes de la Policía de la Ciudad en Barracas, y aseguró que "fue una ejecución". Asimismo, precisó que este hecho "reveló cuáles son las lógicas de trabajo de la Policía, operando con brigadas en la zona sur de la Ciudad, sin uniforme, parando pibes".
En ese sentido, Trufó consideró que "hay que rever el rol de las brigadas". "Se supone que la razón de ser de estas brigadas es que realizan tareas de investigación y no pueden ser identificados, pero este derecho a no portar el uniforme por esta situación particular, históricamente se usó para otras cosas: las brigadas hacían la recaudación ilegal, iban circulando por la ciudad con total tranquilidad porque nadie los reconocía como policías y apretaban gente", aseguró.
"Ese tipo de intervenciones hay que regularlas mejor o incluso prohibirlas. A esta altura de la democracia ya podemos pensar que la Policía no tiene por qué no estar identificada en la calle", enfatizó.
Asimismo, Trufó explicó que el caso de Lucas "no es el primero", pero señaló que "no hay estadísticas oficiales". "Los datos que hay son los que podemos construir las organizaciones de la sociedad civil a partir de lo que aparece en la prensa o de las denuncias que nos llegan", aseguró.
Y agregó: "En 2020, veinticinco personas murieron en manos de efectivos de la Policía de la Ciudad y para el 2021, hasta el mes de agosto, teníamos contabilizadas 16 personas. En este universo hay distintas situaciones del uso de la fuerza, por lo que cada gobierno debería analizar, reflexionar, discutir sobre cada caso, como una política de control". En este caso, consideró que "más allá de juzgar a estos 3 policías hay que pensar cómo discutir al interior de la fuerza el accionar de estos tres agentes".
Consultado sobre el rol de las fuerzas de seguridad durante la pandemia, donde parecieron tener "vía libre" para hacer cumplir las medidas establecidas, Trufó señaló: "Vimos un aumento en la cantidad de denuncias de situaciones de abuso, sobre todo en los primeros meses cuando las tareas de controles que hacía la Policía llevaron a que en varias situaciones se excedan en sus facultades". "También tuvimos casos gravísimos como el de Luis Espinosa en Tucumán, que fue desaparecido y luego apareció muerto ejecutado por la policía", añadió.
Finalmente, el directivo apuntó contra quienes alzan las banderas de la represión y la mano dura que consideró alientan este tipo de situaciones violentas. "Las declaraciones que se repiten cada tanto acerca de meter bala a los delincuentes, hacerlos queso gruyere, o las del ministro de seguridad bonaerense diciendo "hemos abatido", son sumamente graves y naturalizan la violencia".
"El problema no es distinguir entre violentos y no violentos en las fuerzas de seguridad sino pensar cuáles son las formas de trabajo y las rutinas institucionales que van a habilitando, naturalizando la violencia como la forma de trabajar, como una practica tolerada y promovida", concluyó.
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