Si uno se pone a pensar en las similitudes entre Matilda y Harry Potter, descubre que son muchas más de la que creería. La primera se cae de maduro: ambos son magos. Aunque la niña jamás se perciba de esa manera, sus poderes son evidentemente mágicos. ¿Podrían pertenecer al mismo universo?
Para empezar, ambos personajes tienen una infancia muy similar, conviviendo con familiares que los maltratan, denigran y reprimen cualquier indicio de felicidad en ellos. Si bien en un caso son los padres, y en el otro son los tíos, ambas familias están compuestas de la misma forma y hay otro niño en la casa que es tan estúpido o malvado como los adultos.
Harry Potter y Matilda tienen más en común que lo que uno se imaginaría. Ambos hacen magia, viven con familiares que los maltratan y hasta comparten actriz.
Ambos personajes descubren sus poderes de la misma manera, accidentalmente y en situaciones de ira. En el caso de Harry, esto ocurre cuando su primo, Dudley, lo molesta en el zoológico y él hace desaparecer el cristal que lo separaba de la serpiente. En Matilda, la niña hace explotar el televisor cuando la obligaban a mirarla con ellos.
Otra divertida coincidencia es que la actriz que interpreta a Tronchatoro, la malvada directora de la escuela de Matilda, también personifica a la tía Marge de Harry Potter en la tercera película de la saga, cuando el joven mago la hace inflar como un globo para vengarse por sus maltratos. La actriz Pam Ferris es igual de desagradable en ambos papeles.
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En este sentido, ambas historias están situadas en la década de los '90. Matilda es de 1996, mientras que la última parte de la historia de Harry Potter está ambientada en esa misma época. De esta manera, teniendo en cuenta que Matilda tiene solo cuatro años, todavía podría recibir su carta para ingresar a Hogwarts.
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