Cualquier show de un cumbiero o rapero argentino sale, en general, mucho más caro que lo que cobraron las super estrellas del rap que participaron del show de medio tiempo del Super Bowl del pasado domingo. Snoop Dogg, Dr Dre, 50 Cent, Eminem, Mary J. Blige y Kendrick Lamar cobraron el mínimo posible según las leyes estadounidenses: apenas 1.030 dólares cada uno.
Los artistas aceptaron apenas la llamada "tarifa sindical", el mínimo que el Sindicato de Actores estadounidense dicta para un día de trabajo. Este es, efectivamente, de solo 1.030 dólares el día. Por lo tanto, los raperos le salieron nada más que 6.180 dólares a la National Football League, que organizó el partido entre los Rams y los Bengals. Sin embargo, el costo total del show de medio tiempo suele rondar los 13 millones de dólares, según informó la agencia de noticias Reuters.
Los artistas aceptan estos bajísimos pagos por dar uno de los shows más vistos del año por una simple razón: el dinero está en otro lado. El show de medio tiempo del Super Bowl es uno de los eventos más mirados de la televisión estadounidense, y tiene el potencial de disparar las descargas y los clicks sobre las canciones de los músicos que participen en él. Jennifer Lawrence y Shakira, por ejemplo, vieron un crecimiento del orden del 1000% en las ventas de las canciones que tocaron en el Super Bowl en el 2020.
Justin Timberlake, quien apareció en el show de medio tiempo en el 2018, logró obtener el primer puesto de ventas en los Estados Unidos con su disco "Man of the Woods". Maroon 5, quienes se encargaron del Super Bowl del 2019, mejoraron sus ventas en un 434%.
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