Las organizaciones sociales de izquierda mantienen desde el miércoles y hasta hoy un acampe en la 9 de Julio frente al Ministerio de Desarrollo Social. Sus reclamos son mayor asistencia alimentaria para comedores comunitarios, la creación de un millón de puestos de trabajo y la reapertura del programa Potenciar Trabajo.
La medida de fuerza volvió a generar caos en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. Ayer, las agrupaciones piqueteras montaron una "feria piquetera" con varios puestos que ofrecían desde productos regionales y artesanías, como mieles, tinturas madres, plantas de viveros e intercambiaba semillas, hasta servicios de peluquería gratis.
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Además, los movimientos de izquierda recibieron el apoyo de Juan Grabois. El líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) respaldó a las organizaciones nucleadas en Unidad Piquetera, aunque aclaró que su lugar es el Frente de Todos.
"Mi obligación como militante social es acompañar la lucha de los humildes", expresó, después de visitar el acampe donde estuvo junto a Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero. En relación al acampe en la 9 de Julio, Grabois aseguró que hasta que no “haya trabajo digno para todo el mundo”, “no se va a resolver la conflictividad social”. “La única forma de terminar con los planes es que haya trabajo”, aseveró.
Mientras tanto, el Gobierno nacional sigue sin atender los reclamos de atender a los piqueteros. El viceministro de Desarrollo Social, Gustavo Aguilera, afirmó ayer que hay una "desmesura" el reclamo. Ademas, señaló, en diálogo con Télam, que "hay una motivación política" detrás.
En este sentido, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, aseguró ayer que siguen trabajando para reconvertir los planes sociales en empleo formal. En su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada, ratificó que “no habrá nuevos ingresos” a los programas de asistencia.
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