“Asumo el riesgo de ser malentendido y juzgado como aguafiestas”, dijo el escritor Guillermo Saccomanno por la mitad del discurso con el que inauguró la 46° edición de la Feria del Libro en el predio de la Sociedad Rural Argentina.
Y es que para entonces, sus palabras ya habían generado una mayoritaria adhesión, pero algunas ronchas de aquellas que generan cuchicheo.
Para arrancar, Saccomanno interrumpió los aplausos y advirtió: “No se adelanten… A algunos no les va a gustar”. Y acto seguido, se lanzó a hablar sobre la escasez de papel para la publicación de libros debido a la especulación de esta industria, que “es oligopólica” dijo.
El escritor, historiador del cómic, historietista y guionista apuntó contra la empresa Ledesma- “propiedad de la familia Blaquier/Arrieta” a la que vinculó con la última dictadura “en crímenes de lesa humanidad”- y Celulosa Argentina de José Urtubey, a quien vinculó “con la causa Panamá Papers”.
En este sentido, el escritor cuestionó que la feria se desarrolle en el predio de la Sociedad Rural de Palermo, y “se le pague un alquiler sideral” a una entidad ligada a la dictadura que provocó la desaparición y muerte de trabajadores de la cultura entre 1976 y 1983.
Saccomanno habló de las dificultades de promover la lectura en un país donde la pobreza es mayoritaria o endémica: “Corresponde preguntarse si un chico con hambre está en condiciones de asimilar conocimiento si no ha asimilado alimento”, dijo.
Corresponde preguntarse si un chico con hambre está en condiciones de asimilar conocimiento si no ha asimilado alimento
Y además tuvo fuertes críticas para algunos funcionarios nacionales y porteños, especialmente contra la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, y exministros del área bajo la gestión de Mauricio Macri en Nación.
