En la cárcel de Wakefield, ubicada en Inglaterra, se encuentra una de las atracciones más crueles del ser humano. Desde hace 40 años, el asesino serial Robert Maudsley es exhibido en una caja de cristal antibalas.
El caso de Maudsley inspiró a El Silencio de los Inocentes, protagonizada por Anthony Hopkins en el rol de Hannibal Lecter. Cómo este criminal, el protagonista era encerrado en una caja de vidrio para su exhibición.
Maudsley tiene 68 años y solamente puede salir una hora de esa pecera sin agua para realizar ejercicios. El hombre es custodiado por seis guardias y no puede tener contacto con ningún otro preso.
Me dejan en solitario para enfrentarse con personas que tienen ojos pero no ven, que tienen oídos pero no oyen, que tienen boca pero no hablan
La policía lo detuvo en 1974 por el asesinato de John Farrell. En este sentido, Maudsley asesinó a tres personas más y se convirtió en una de las personas más peligrosas del Reino Unido tras comerse el cerebro de una de sus víctimas.
Su celda tiene espacio para una cama, una mesa, una silla, un laboratorio y un inodoro. Durante gran parte del día, Maudsley no ve la luz del día. “Soy un muerto en vida que fue enterrado en un ataúd de vidrio”, explica él mismo.
Maudsley pidió morir en 2000, pero la Justicia se lo negó. Su infernal camino comenzó cuando tenía 16 años ya que consumía drogas y ofrecía sexo a cambio de dinero. Farrell era uno de sus clientes, pero Maudsley lo asesinó tras admitir que había abusado de menores de edad.
“No les importa si estoy loco o estoy mal. No saben la respuesta y no les importa, mientras me mantengan fuera de la vista y de la mente de los demás. Me queda estancarme, vegetar y retroceder. Me dejan en solitario para enfrentarse con personas que tienen ojos pero no ven, que tienen oídos pero no oyen, que tienen boca pero no hablan”, reveló Maudsley que, después de 40 años, continúa encerrado en una pecera humana.
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