El anuncio de una visita en agosto a la ciudad de L'Aquila, en el centro de Italia, para una festividad iniciada por el papa Celestino V, reavivó los rumores de una posible renuncia del Papa Francisco. Es que Celestino V fue un papa ermitaño que renunció en 1294 después de solo cinco meses en el trabajo, lo que incrementó las especulaciones de que esta sea una señal de los planes que tiene Francisco.
Otra de las cosas que preocupan es el estado de salud del Papa de 85 años. Teniendo en cuenta el antecedente de que el sumo pontífice se retiró en silla de ruedas de la sala Pablo VI del Vaticano a principios de mayo, medios italianos y católicos avivaron los rumores del posible retiro de Francisco.
Al comienzo de su papado, Francisco dijo que le gustaría ver que la renuncia de un Papa se normalizara.
Además, recientemente Francisco tomó la inusual decisión de organizar un consistorio el 27 de agosto para crear nuevos cardenales, algunos de los cuales serán elegibles para suceder al pontífice en el próximo cónclave.
“Es muy extraño tener un consistorio en agosto, no hay razón por la que deba convocar este (evento) con tres meses de anticipación y luego ir a L'Aquila en el medio”, dijo Robert Mickens, el editor con sede en Roma, de la edición en inglés de La Croix, un diario católico.
Al comienzo de su papado, Francisco dijo que le gustaría ver que la renuncia de un Papa se normalizara, y en 2015 dijo que tenía la sensación de que su pontificado sería breve, y describió la decisión de Benedicto XVI como "valiente". Casualmente, Bendicto dejó su cargo a los 85 años.
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