Horas antes de volver para el país luego de la Cumbre de las Américas, Alberto Fernández habló con la prensa argentina y se refirió a su fuerte intervención en el foro internacional, en la que había apuntado contra el Gobierno de Estados Unidos. Fernández dijo que los funcionarios norteamericanos "ya sabían lo que iba a decir".
Con esa frase el presidente hizo referencia a la parte de su discurso, donde había dicho que "el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad imponer el derecho de admisión", en referencia a la decisión del Gobierno estadounidense de no invitar a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
El silencio de los ausentes nos interpela.
“Definitivamente hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas. El silencio de los ausentes nos interpela”, había expresado Fernández en el discurso que dio como presidente Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
“Ellos sabían lo que pensaba y qué quería transmitir, y no hubo ningún tipo de sobresalto", aclaró el mandatario y agregó: “No vine a poner más muros sino a construir más puentes y a derribar los muros. A que entendamos que somos un continente y dejemos de ser América del Norte, del Centro y del Sur y seamos América".
Los primeros que van a padecer la falta del trigo y el hambre van a ser América Latina, África, los países asiáticos.
El presidente se refirió también a la situación internacional: "Los argentinos y la prensa están demasiados encerrados en lo local y no ven la dimensión de cambio en el mundo que se da de un modo impresionante. El concepto global que nosotros conocemos está en crisis y está en crisis del peor modo, con una guerra, con falta de energía, y con falta de alimentos”.
Finalmente, cerró con una mención a la guerra entre Rusia y Ucrania, y cómo esta afecta a la economía mundial: "Los primeros que van a padecer la falta del trigo y el hambre van a ser América Latina, África, los países asiáticos, y por eso pedí que esa voz sea escuchada".
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