Una de las tradiciones argentinas más antiguas es la de comer ñoquis el 29 de cada mes y dejar billetes debajo de los platos. Pero, ¿cómo se forjó esa costumbre que es casi un rito en muchas de las familias de nuestro país?
Lo que no hay dudas es que todo empezó en Italia, país del que emigró mucha gente hacia Argentina, a fines del siglo XIX. Además, esa tierra es más que reconocida por sus pastas, que es una de las comidas principales del lugar.
En este sentido, hay dos versiones que circulan sobre el origen de esta costumbre. La más conocida tuvo lugar en la región de Véneto, donde Venecia es la capital. Según dicen, San Pantaleón, un mártir cristiano que curaba enfermos en Italia, fue a cenar a la casa de una familia de pescadores que lo agasajó.
En esa reunión, que tuvo lugar un 29 de julio, comieron ñoquis y el mártir les dijo que en las siguientes semanas mejoraría la actividad de la pesca, cosa que ocurrió, después de una muy mala temporada. Además, San Pantaleón les dejó algunas monedas de oro para ayudarlos y agradecerles por recibirlo.
La otra versión toma en cuenta a los inmigrantes italianos, que en su mayoría eran pobres y tenían que comer ñoquis porque, a fin de mes, buscaban una comida barata para cocinar. Además, cuando los italianos con más plata invitaban a comer a sus compatriotas con menos recurso, en Argentina, los ayudaban dejándoles billetes debajo de sus platos.
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