El INDEC publicó los datos de junio, y la inflación pegó fuerte en las líneas de pobreza e indigencia. La canasta básica total (CBT), que establece el mínimo para que una familia de cuatro personas no sea pobre, subió un 4,6% y quedó en 104.216,80 pesos. La canasta básica alimentaria (CBA) subió al mismo ritmo, y una familia tipo necesitó tener ingresos de 46.525,30 pesos para no ser indigente.
Durante la primera mitad del año, la canasta básica subió 36,9%, y la canasta básica de alimentos aumentó 41,1%. El índice de costo de vida, mientras tanto, subió un 36,2%. En los últimos doce meses, en cambio, la CBT subió un 56,7% y la CBA un 63,7%, mientras la inflación fue del 64%.
Durante junio, la inflación mensual fue de 5,3%. La mayor suba la tuvo Salud, con un aumento de precios del 7,4%, luego Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles, con un incremento del 6,8%, y Bebidas alcohólicas y tabaco (6,7%). Quedaron abajo del promedio "bienes y servicios varios", con el 5%, transporte con el 4,7%, y alimentos y Bebidas no alcohólicas con el 4,6%.
La canasta básica alimentaria se calcula en base a las necesidades calóricas y proteicas imprescindibles para que dos personas adultas y dos menores cubran, durante un mes, sus necesidades alimentarias. Para la canasta básica total, se suman bienes y servicios no alimentarios, entre los ellos la indumentaria, el transporte y otros servicios esenciales.
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