Completamente insuficiente y hasta ofensiva le pareció la carta publicada ayer por el Colegio del Salvador a Pablo Vio, uno de los exalumnos del establecimiento que fue abusado sexualmente allí durante su niñez y que asegura no haber encontrado, hasta ahora, una respuesta institucional a la altura de la circunstancia.
“Una vez más volvemos a sentir como desde la institución no hacen más que esconderse y protegerse en palabras vacías. La carencia de objetividad en sus 'pedidos de disculpas' y la falta de explicación sincera, no hace más que aumentar la tristeza y el enojo que sentimos luego de hacer públicas nuestras denuncias”, escribió Vio en un descargo que hizo llegar a Diario Con Vos.
La carencia de objetividad en sus 'pedidos de disculpas' y la falta de explicación sincera, no hace más que aumentar la tristeza y el enojo que sentimos luego de hacer públicas nuestras denuncia.
El exalumno explicó que él y los otros denunciantes debieron esperar a juntar más de mil firmas para que Rafael Velasco- autoridad provincial de los jesuitas- firmara “una especie de explicación fría, con engaños y falsa información”, como señalar que hicieron lo correcto ante la primera denuncia, “a sabiendas de que fueron alertados en muchas otras oportunidades de lo que sucedía”.
Para Vio, el mensaje de su excolegio deja en claro que “tanto en el pasado como ahora, no saben manejar este tipo de situaciones” y anteponen sus leyes canónicas a los derechos de los niños.
Además, denunció que desde el colegio “siguen esquivando el pedido de publicación de la supuesta investigación interna que dicen haber hecho en aquellos años”.
En la carta publicada ayer, el rector de la institución, Jorge Black y la citada autoridad jesuita, Rafael Velasco, pidieron perdón en nombre de la institución por no haber denunciado al religioso y profesor César Fretes, acusado de abusar sexualmente a una veintena de estudiantes. La misiva, sin embargo, no convenció a Vio, uno de sus principales destinatarios.
“Siento que esta forma de esquivar, encubrir y manipular a través de palabras no hace más que quitarles credibilidad no solo ante 'su comunidad' sino ante toda una sociedad que cuando exige una explicación, solo puede leer excusas vacías. Sinceramente, creo que ellos (como expresan en su carta sobre lo sucedido) siguen viviendo en aquellos viejos tiempos... tiempos donde no se habla, se calla y se obedece”, cerró.
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