Tras el alegato final de la fiscalía en la causa Vialidad -donde se pidió una condena de 12 años de prisión para Cristina Kirchner, además de una inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos- Romina Manguel reflexionó sobre la deslegitimación de una Justicia sumergida en la grieta política.
Mientras resumía la jornada del fiscal Diego Luciani, la conductora de No Dejes Para Mañana (Radio Con Vos) "lamentó profundamente" las reacciones de un lado y del otro del arco político y la falta de credibilidad que hay en materia judicial. "Este es el resultado de haber roto completamente las instituciones, empezando por la Justicia: rota", afirmó.
Este es el resultado de haber roto completamente las instituciones, empezando por la Justicia: rota.
"Más allá de lo que el tribunal decida en diciembre, la mitad va a decir 'chorra, finalmente la justicia obró sin miedo', y la otra mitad va a estar convencida de que es una mártir, que es una perseguida, que hubo lawfer, que el primer juez y fiscales de la causa quisieron cagarla desde el primer instante, y por eso su defensa va a ser más política que jurídica", siguió la periodista.
En este sentido, insistió en que "nadie va a creer nada de lo que haga" la Justicia, y criticó duramente el mensaje de Alberto Fernández: "Sacó un comunicado donde condena la decisión de la fiscalía. ¿Para qué le enseñamos a los chicos la división de poderes? No les enseñen más, porque si un Presidente de la Nación, que además es profesor de derecho penal, condena la actitud de un fiscal...".
Ni el kirchnerismo ni el macrismo saben el daño que le hicieron a la justicia.
También apuntó contra Elisa Carrió por sus tuits mientras se desarrollaba el alegato final: "Salió desde la cama, me pareció un papelón. Carrió fue una de las que inició esta denuncia, tendría que tener un rol con más responsabilidad al respecto". En esta línea, aseguró que ni el kirchnerismo ni el macrismo "saben el daño que le hicieron a la justicia".
De esta manera, Manguel idealizó con un país donde nadie opinara hasta que exista efectivamente una condena o una absolución, aunque la realidad marca algo muy diferente: "No vas a convencer a una mitad de la población ni a la otra. Si entendiésemos el daño que se le hace a la democracia, al país donde vivimos todos... alguien tiene que impartir justicia, porque vivimos en un estado de derecho. Si no, esto sería una anarquía. En ese poder no creemos". "No confiar en la justicia es no tener donde hacer pie", agregó.
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