Vladimir Putin invitó a su par chino, Xi Jingping, a realizar una visita de estado a Rusia en marzo, cuando comienza la primavera. Moscú busca solidificar su alianza con China, mientras crece el aislamiento internacional ruso por la guerra en Ucrania.
En una teleconferencia entre los dos líderes, Putin afirmó que la relación entre China y Rusia está en "su mejor momento histórico", expresó su deseo de extender la colaboración militar entre ambos países, e invitó a Xi a visitar Moscú.
Sin hablar sobre la guerra en Ucrania, Putin consideró que comparte la misma perspectiva que el gobernante chino "frente a una presión y provocaciones sin precedente de occidente".
"Lo estamos esperado, querido presidente, querido amigo, lo estamos esperando la próxima primavera para una visita de estado a Moscú", le dijo el ruso a Xi en un discurso de ocho minutos.
Xi, por su parte, afirmó que su país está listo para "aumentar la cooperación estratégica con Rusia" y seguir siendo "aliados para el beneficio de nuestros pueblos y con el objetivo de mantener la estabilidad en todo el mundo". Sin embargo, Xi no hizo ninguna mención de un posible viaje a Rusia, y explicó que su gobierno va a mantener su "justa y objetiva" postura sobre la guerra en Ucrania.
La reunión fue seguida de cerca por los principales dirigentes políticos del mundo y los analistas de política internacional. Todos buscaban qué señales iba a dar China con respecto a su relación con Rusia, y su tibio apoyo en la guerra con Ucrania.
Desde el comienzo de la invasión, Beijing buscó evitar sanciones occidentales mientras apoyaba, hasta donde podía, los esfuerzos bélicos del país que gobierna Putin.
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