Hoy tendrá lugar la séptima jornada del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, en Dolores, y será un día intenso para seguir sumando testimonios que confirmen qué hizo cada uno de los imputados y cómo se encontraba el cuerpo de la víctima, después de la golpiza mortal.
En este sentido, hoy declararán un criminalista, que hablará de la huella de la zapatilla que Fernando tenía en la cara, que se cree que pertenece al calzado de Máximo Thomsen; dos testigos de actuaciones en la causa; dos peritos y un funcionario judicial que terminará de cerrar su declaración que comenzó este, en donde analizará los videos grabados por los acusados con sus celulares.
No solo esto, sino que Silvino y Graciela, los padres de la víctima, van a estar presentes en la sala de audiencias del primer piso de los tribunales, escuchando atentamente cada testimonio, como durante las jornadas anteriores.
Y también, como siempre hasta el momento, estarán los ocho rugbiers imputados por el asesinato de Báez Sosa: Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).
Casi toda la jornada se centrará en las pruebas correspondientes a la marca de la suela de la zapatilla en la cara de Fernando, calzado con el que se cree que recibió la patada mortal y que además le dejó una marca brutal.
En este sentido, uno de los testimonios más esperados es el de la criminalista María Eugenia Cariac, quien dará precisiones sobre la presunta similitud entre la zapatilla Cyclone que usaba Máximo Thomsen, el más complicado de los acusados, y la huella en la cara que tenía Báez Sosa.
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