Silvino Báez Sosa, papá de Fernando, contó que su hijo, al que todos sus conocidos recuerdan como un joven solidario y alegre, se había anotado "cuando iba al colegio secundario para donar órganos, pero por las patadas y los golpes que recibió no le quedó ni uno sano para donar". Además, tanto él como su esposa, Graciela, se mostraron molestos por la actitud de los rugbiers de mostrarse como víctimas. "Lo que le digo a la sociedad es que acá la única víctima es Fernando".
A su vez, la madre de Fernando, Graciela manifestó: "Solamente se me presenta el momento de todas las cosas vividas desde que recibí la peor noticia. La única víctima es Fernando y lo asesinaron de la manera más cruel. Solo espero justicia por mi hijo".
"Esperemos que sea tranquilo y con fuerzas. Es un día muy doloroso para nosotros porque se cumplen tres años del asesinato y queremos que ese dolor se convierta en ayuda y que la gente nos acompañe. No es fácil la pérdida de Fernando", remarcó.
Antes de retirarse, la mujer indicó que no recibieron ninguna carta por parte del sobreseído Juan Pedro Guarino y que ningún padre de los acusados se acercó a ellos: "Igual preferimos estar lejos, ni el perdón nos devuelve a nuestro hijo".
"No quiero hablar de la declaración de Máximo Thomsen", sentenció respecto al sorpresivo testimonio de uno de los rugbiers más comprometidos.