Hace más de 50 años que Carlos Robledo Puch cumple su condena en la cárcel por haber cometido más 11 asesinatos entre los años 1971 y 1972. Pero el día D parece haber llegado y el criminal de 70 años podría recuperar su libertad gracias a dos mujeres del asilo San Nicolás que se ofrecieron como garantes del cuidado de uno de los asesinos más famosos de nuestro país.
Está totalmente ansioso, quiere salir, quiere otro ambiente.
Carlos Alfonso, abogado.
Luego de que la Justicia rechazara una y otra vez las propuestas de la defensa para que Puch abandonase la prisión, parecería que ahora el inicio de los trámites estaría en marcha. En breve podría conocerse la decisión final de los jueces Oscar Roberto Quintana y Ernesto García Maañón, de la Sala 1 de Apelaciones de San Isidro, acerca del futuro de uno de los criminales más oscuros del país. Alguien que llegó hasta a matar a su propio compañero de delincuencia. Alguien a quien lo apodaron el Ángel Negro.
Sucedía que, al haber pasado tantos años preso, a Puch no le quedaban familiares vivos que pudiesen recibirlo, pero esto cambio con el ofrecimiento de las dos mujeres. Al respecto el abogado del asesino serial, Carlos Alfonso, reveló que Robledo "está totalmente ansioso, quiere salir, quiere otro ambiente". También explicó que 50 años de prisión lo deterioraron mucho y que "no está apara nada bien". Según precisaron voceros penitenciarios, Puch sufre ASMA, EPOC y tiene problemas de movilidad.
Durante gran parte de su vida vivió bajo rejas y encerrado en distintas cárceles: la primera fue en La Plata donde en 1973 se escapó, aunque fue capturado 68 horas después. De ahí fue trasladado a la Unidad 2 de Sierra Chica hasta 2019 cuando tras estar internado por una neumonía multifocal decidieron ubicarlo en el Penal de Olmos ¿Hasta hoy?
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