Una mujer rusa, que vive en Nueva York, fue declarada culpable de intentar asesinar a una persona idéntica a ella misma en un extrañísimo plan de robo de identidad. Viktoria Nasyrova intentó matar a su cosmetóloga en el 2016. Para cometer el crimen, le dio una porción de cheesecake envenenada.
Sin embargo, la víctima, Olga Tsvyk, sobrevivió y, cuando volvió del hospital, descubrió que sus documentos de identidad habían sido robados. La sentencia contra Nasyrova se conocerá el mes que viene, y puede pasar hasta 25 años en prisión. Al momento del crimen, las dos mujeres eran llamativamente parecidas, con pelo negro y el mismo color de piel, y ambas hablan ruso.
Melinda Katz, la fiscal que se hizo cargo del caso, afirmó: "El jurado vio a través de las mentiras y los trucos de la acusada". Siguió: "Afortunadamente, la víctima sobrevivió, y el veneno nos llevó derecho a la culpable".
Una amiga la encontró, inconsciente, al otro día, con su ropa cambiada por lencería de encaje y un montón de pastillas desperdigadas por la pieza, como si ella hubiera intentado quitarse la vida
El jurado escuchó como en agosto del 2016 Nasyrova, quien hoy tiene 47 años, fue a la casa de su cosmetóloga con una caja de cheesecake. Ella se comió dos pedazos y le ofreció la tercera porción a Tsvyk, quien tenía 35 en ese momento. Esta última empezó a vomitar y fue a acostarse.
Lo último que Tsvyk vio antes de desmayarse fue a la otra mujer caminando por su habitación. Una amiga la encontró, inconsciente, al otro día, con su ropa cambiada por lencería de encaje y un montón de pastillas desperdigadas por la pieza, como si ella hubiera intentado quitarse la vida. Cuando la víctima volvió a su casa del hospital, descubrió que su pasaporte ucraniano y permiso de trabajo de Estados Unidos, así como joyas por el valor de 4.000 dólares.
Nasyrova, ex dominatrix, ya había tenido conflictos con la ley: en el 2015, la Interpol pidió su detención por el asesinato de una mujer en Rusia en el 2014.
Tsvyk fue envenenada con Phenazepam, un sedante muy potente, que se encontró en los restos de la cheesecake y en las pastilla que Nasyrova esparció por el suelo. Esta última fue condenada por intento de asesinato, agresión y detención ilegal de una persona.
Nasyrova, ex dominatrix, ya había tenido conflictos con la ley: en el 2015, la Interpol pidió su detención por el asesinato de una mujer en Rusia en el 2014. Además, fue acusada de drogar y robarle a los hombres con los que tiene citas.
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