Una joven de 25 años fue asesinada de tres balazos en la puerta de su casa en la ciudad entrerriana de Concordia, donde se encontraba con un grupo de amigas. Las testigos identificaron al agresor como un hombre de 34 años que estaba “obsesionado” con ella. Luego del femicidio, el agresor se quitó la vida.
El brutal femicidio ocurrió pasadas las 21.30 de la noche del lunes, en un complejo de departamentos donde vivía Valeria Leoncino. La joven les pidió a tres amigas que se acercaran a su domicilio porque Carlos Passarella la intimidaba desde la vereda del lugar, apoyado sobre su vehículo, un Ford Fiesta de color blanco.
Minutos más tarde, las cuatro amigas salieron de la casa dispuestas a hablar con el hombre. Sin embargo, cuando se abrió el portón de entrada al edificio, Passarella sacó un arma de fuego de su riñonera y le disparó a quemarropa. De acuerdo a las pericias forenses, el cuerpo de Valeria presentaba tres impactos de bala, dos de ellos en el torso y el tercero en la cabeza.
El hombre estaba obsesionado con la joven, la amedrentaba desde afuera de su casa y la mató frente a sus amigas cuando se acercaron a hablarle.
En medio de la desesperación, las otras tres jóvenes huyeron corriendo de la escena, mientras el femicida subió a su vehículo y se dio a la fuga. Manejó unas tres cuadras y para luego estacionar y pegarse un tiro en la cabeza. La autopsia realizada al cuerpo del agresor arrojó que se efectuó un disparo en la frente, con salida en la parte posterior del cráneo.
Las amigas de Leoncino le confirmaron a la policía local que Passarella estaba “obsesionado” con la joven. “Ella no quería tener ningún tipo de relación con él”, declararon. A su vez, el fiscal José Arias afirmó que se trataba de un hombre "evidentemente obsesivo, con un interés hacia la chica, o pretendiendo formar una relación" que, "ante el rechazo, encuentra este camino, quitar la vida, porque no admite otra posibilidad".
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