La inflación, sobre todo la de los alimentos, siempre tiene un efecto desmedido sobre las porciones de la población con menores ingresos. A partir de la inflación de mayo, que para el Indec fue de 7,8%, el Departamento de Economía de la Universidad Torcuato Di Tella calculó que la pobreza del semestre diciembre-mayo se ubicó en el 43,4% de la población. Esto es un aumento de 1% con respecto a su último calculo.
Por lo tanto, en Argentina habría 12,6 millones de personas que viven en hogares con ingresos menores a la canasta básica. En octubre del año pasado eran 11,5 millones.
La inflación promedio de los alimentos fue del 5,8% en mayo. Sin embargo, esto no fue uniforme, y algunos de los productos que más impactan sobre las familias pobres subieron por arriba del promedio. Por ejemplo, el pan francés aumentó 13,9% durante el último mes, mientras que el pan de mesa subió 4,9%. Las galletitas dulces subieron, por su parte, un 11%, y las de agua un 7,4%.
El arroz, mientras tanto, subió ni más ni menos que un 18%, mientras que los fideos aumentaron un 12,3%. Estos productos tienen un efecto particular sobre la mesa de los más pobres, junto a la leche, que subió un 8,1%, y los huevos, que subieron 9,2%. Entre las verduras y las hortalizas, el comportamiento fue más confuso. Por ejemplo, mientras la papa subió un 4,5%, la batata estuvo un 7,3% por arriba del mes pasado.
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