El periodista Fabián Rubino, notero del canal América, compró droga en vivo en un búnker narco en pleno barrio de Once para demostrar la facilidad con la que se puede conseguir estupefacientes ilegales en la zona.
El movilero se había acercado hasta el lugar con la idea de mostrar en cámara un domicilio denunciado por los vecinos del barrio. Al salir al aire, Rubino estaba hablando sobre el caso hasta que vio a un menor de edad retirarse tras haber -aparentemente- comprado droga. En ese momento, indignado, decidió entrar al lugar e intentar ver si podía comprar algo.
"Voy a ver si se puede comprar", le avisó a sus compañeros del piso, y luego de pedirle al camarógrafo que lo acompañaba que apagara las luces, entró por una pequeña puerta hacia el interior de la vivienda. Al llegar a una segunda puerta en el interior, Rubino le preguntó a una persona que se encontraba adentro del búnker si podía comprar. Le respondió que sí, y ante la consulta de cuánto valía la mercadería, le dijo "mil quinientos".
Así fue como el periodista le entregó a esa persona el dinero y obtuvo lo que más tarde la Policía confirmó que era algún tipo de estupefaciente. "Yo no puedo creer lo que acaba de pasar. No lo puedo creer. No salgo de mi asombro", repitió Pamela David, conductora de "Desayuno Americana", asombrada con lo que acababa de ver.
"Me mató el chiquito que salió de ahí, era un menor de edad… la verdad es que acá corremos riesgo todos. El corazón me palpita y no me para de latir. Pasé un momento totalmente a full y pusimos en riesgos nuestras vidas", expresó Fabián Rubino.
Tras la situación, el abogado penalista Christian Poletti llamó desde el estudio a la Policía para denunciar el hecho, que tuvo lugar en la calle Sarmiento y Jean Jaures, y minutos más tarde un patrullero se hizo presente. Tres efectivos de la Policía de la Ciudad se acercaron al móvil y mientras Rubino les explicaba lo ocurrido, una persona salió de ese domicilio, por lo que fue requisado.
Sin embargo, el joven que había sido aprehendido no tenía en su poder ningún envoltorio o paquete de dudosa procedencia. "Tengo miedo de lo que pueda llegar a pasar pero alguien lo tenía que hacer y lo mostramos", afirmó el notero.
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