El gobierno de Uruguay puso fin a la emergencia hídrica que había decretado el pasado 19 de junio, luego de que una sequía afectara los suministros de agua en Montevideo y Canelones. La decisión la comunicó a la prensa el presidente Lacalle Pou.
"Hoy podemos con cierta tranquilidad ver la calidad del agua, que es muy buena, ver los días que tenemos por delante con un abastecimiento de agua. A raíz de algunas lluvias en el día de ayer se siguen llenando, entre otros, Paso Severino", expresó el mandatario.
Según el último Informe de Situación de Emergencia Hídrica presentado por la Presidencia, la represa Paso Severino ya cuenta con 36 millones de metros cúbicos de agua, un poco más de la mitad de su capacidad máxima (67 millones). Además, el informe indica que los niveles de cloruro y sodio bajaron, encontrándose ahora en los niveles permitidos por el Ministerio de Salud.
Lacalle Pou explicó que la situación que vivió Uruguay desde medidados de junio pasado llevó al Estado a prestar asistencia a 500.000 personas. Además, afirmó que el Estado gastó más de 70 millones de dólares. Los fondos se usaron, entre otras cosas, para la entrega de partidas de dinero para la compra de agua a sectores vulnerables.
Asimismo, se anunció la creación del Fondo de Emergencia Hídrica y la construcción de una obra, que ya terminaron, para llevar agua del río San José a la planta potabilizadora Aguas Corrientes, que abastece a casi la mitad de la población uruguaya.
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