El arbitraje argentino no pasa por su mejor momento, y la implementación del VAR, lejos de ayudar a elevar el nivel, hace que todo sea peor. O al menos demuestra que la tecnología por sí sola no va a arreglar nada, porque quienes la manejan siguen siendo las personas. Las polémicas que se vivieron ayer en los partidos Sarmiento-Belgrano y Godoy Cruz-Racing, son un gran ejemplo.
En Junín el encuentro terminó 0-0, pero los del Pirata se fueron muy calientes porque se sintieron perjudicados por el arbitraje de Andrés Gariano. Hubo varias jugadas discutidas, pero una de las más sorprendentes fue la mano del arquero José Devecchi fuera del área, que era para expulsión.
Cuando se terminaba el primer tiempo, Juan Insaurralde tuvo erró en el fondo y la pelota le quedó a Lucas Passerini para que encarara mano a mano al arquero del Verde. Devecchi salió enseguida achicar, enfrentó al delantero y cuando este la tiró larga para eludirlo, metió el manotazo para despejar la pelota.
Si bien en principio parecía que su cuerpo podía estar afuera del área y su mano al momento de la atajada adentro, las repeticiones de la transmisión televisiva dejó en claro que se trataba de una acción ilícita. Sin embargo, el árbitro del VAR, Facundo Tello, no lo entendió así y nunca dio aviso ni llamó a Gariano para que viera la jugada. El juez de línea todavía está intentando volver de esa contra, no tenía chances de ver bien la jugada.
En Mendoza también fue empate, pero 1-1, entre el Tomba y la Academia. Cuando se jugaban 20 minutos del segundo tiempo, tras un pelotazo y un descuido de Gonzalo Piovi, el delantero Salomón Rodríguez se iba mano a mano con Gabriel Arias en lo que podría haber sido el 2-0 para los locales. Pero el juez de línea levantó rápido la bandera y cobraron offside antes de que definiera.
Si bien el delantero estaba más adelantado que el último defensor, cuando hicieron el pase él partió desde su propio campo, por lo que la jugada era válida, pero de nuevo el VAR brilló por su ausencia. También hubo dos goles anulados, uno por lado. El primero, a Daniel Barrea, del Tomba, a los 24 minutos del segundo tiempo. El segundo, sobre el final, a Gabriel Rojas. En ambos casos fue por posición adelantada.
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