La llegada de Taylor Swift a la Argentina generó una locura entre sus fanáticas. La artista estadounidense, que ayer tuvo la "noche libre" porque postergó su segundo show en el estadio Monumental al domingo por el diluvio que cayó durante todo el día en la Ciudad de Buenos Aires, salió a cenar con su novio y recibió una ovación para no perder la costumbre.
Taylor Swift llegó con su pareja, el jugador de fútbol americano Travis Kelce, al restaurante Elena del hotel Four Seasons, aprovechando que se está alojando allí. Las personas que se encontraban cenando empezaron a gritar y a aplaudirla, y la cantante, de la mano de su novio, sonrió y los saludó, mientras ingresaba.
Pese a que la artista norteamericana de 33 años había hecho pública la molestia que le generaba el acecho de la prensa a cada lugar en el que se dirigía en su documental "Miss Americana", el recibimiento del público argentino no parecería haberla incomodado, ya que se animó hasta a saludar en español a los comensales antes de retirarse: "Hola, hola".
Taylor Swift retomará hoy su agenda de trabajo, ya que tiene programado otro show en la cancha de River, ante más de 70 mil personas. Al igual que el primero realizado el jueves, las localidades están agotadas ante la gran demanda y el fanatismo de las swifties.
Finalmente, el domingo, jornada para la cual no está anunciada lluvias intensas, sino alguna leve posibilidad de lloviznas aisladas por la tarde, dará su último recital en Argentina. Este es el espectáculo que reprogramó de ayer por la tarde "debido a que el clima es tan caótico que sería inseguro intentar realizar este concierto".
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