En el primer día de implementación del DNU, el Gobierno busca que se apruebe la "Ley Ómnibus" en el Congreso Nacional. Dicho decreto, que generó mucha polémica, se debatirá el mes que viene y el oficialismo quiere ir "a todo o nada" para poder desregular la economía. Por eso, están negociando su aprobación con algunas estrategias, entre ellas, volver para atrás con Ganancias.
La principal moneda de cambio del oficialismo es postergar el proyecto que da marcha atrás con la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias. Esta es una medida clave que Milei se había comprometido a impulsar, pero ahora lo hará siempre y cuando los gobernadores le demuestren su apoyo en esta Ley. “No se trata de un chantaje, es parte de la negociación política. Sería naif darles esa ayuda antes de que salga lo otro”, dijo un funcionario del círculo del Ejecutivo.
Javier Milei reconoció que estaba dispuesto a "asumir el costo político" de tomar esta medida que le daba un alivio fiscal a 800 mil contribuyentes, medida a la que él mismo votó a favor en sus días como diputado, cuando fue presentada en el Congreso. Sin embargo, no dijo cuándo presentaría ese proyecto y los gobernadores notaron que tampoco estaba dentro del DNU que desregula la economía. Desde la Rosada especulan con las negociaciones que haga Milei con el Congreso para fijar las fechas en orden de importancia.
Esto significa que desde el Ejecutivo van a usar el proyecto de Ganancias para condicionar la posición que tomen las provincias y, en consecuencia, sus senadores y diputados frente a la Ley Ómnibus. De ellos depende que el DNU se apruebe en ambas cámaras, por lo que como mínimo, este proyecto de Ganancias no entraría en el período de sesiones extraordinarias, esperando que se trate recién en febrero.
Además, aseguran que van a ir "a todo o nada" y que solamente están dispuestos a modificar cosas pequeñas. Por ejemplo, la parte que habla sobre el manejo de los recursos energéticos que preocupa a las provincias petroleras. Sin embargo, otros grandes temas como los que tienen que ver con las jubilaciones, cuestiones tributarias o privatizaciones no las van a negociar.
Desde la Rosada dicen que algunos gobernadores peronistas "nos llaman y nos aclaran que están de acuerdo con abrir la economía, porque lo necesitan para explotar sus recursos y desarrollarse. Pero tienen que responder a sus fuerzas políticas. Veremos qué terminan haciendo”.