El Gobierno desplazó al subsecretario de Trabajo, Horacio Pitrau, al considerarlo responsable de una mala estrategia negociadora ante los sindicatos. Así, pareciera que se quita poder al ala más dialoguista del Gobierno, y el Ejecutivo buscaría enfrentarse más directamente a la CGT.
El jefe de Gabinete Nicolás Posse y asesor detrás del DNU, Federico Sturzenegger, manifestaron su descontento hacia el secretario de Trabajo, Omar Yasín, ya que éste promovió un encuentro entre la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello y Armando Cavalieri, secretario general del sindicato de empleados de comercio.
En dicha reunión, Cavalieri pidió a la ministra por la cuotas solidarias. Se trata de un sistema adicional de recaudación sindical a través de convenios colectivos, que con la emisión del DNU se había puesto en jaque.
Desde Trabajo le prometían a Cavalieri que se emitiría un dictamen de interpreatción para que su gremio siguiera cobrando las Cuotas. Yasín y Petovello concebían esta táctica como una forma de dividir los reclamos de los sindicatos.
Sin embargo, la foto de la reunión causó un profundo impacto puertas adentro del Gobierno, que planeaba endurecerse contra los sindicatos tras el anuncio de paro general. Posse y Sturzenegger salieron al cruce por el encuentro no consensuado con el resto del Gabinete y convocaron a Yasín para que asumiera el error, aunque finalmente despidieron al segundo de su Secretaría, Horacio Pitrau.
Yasin era el candidato a ocupar el cargo de ministro de Trabajo si Patricia Bullrich era electa presidenta. Luego de que su jefa política asumiera en la cartera de Seguridad, el abogado laboralista consiguió hacerse con la -ahora- Secretaría de Trabajo.
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