Hay pocas cosas más irritantes que se corte internet. Los problemas de conectividad de WIFi no necesariamente tienen que ver con la empresa proveedora. Cómo solucionarlos con “La regla de los 30 centímetros”.
Más allá de los equipos que tengamos, hay veces que la conexión del WiFi puede fallar por cuestiones relacionadas con la instalación. Una vez descartado que la empresa proveedora esté mandando bien la señal y que el router no tenga inconvenientes, los problemas de Internet se pueden deber a factores externos.
Es posible que el sitio donde tengas instalado el router no sea el mejor. Y no necesariamente tiene que ver con una culpa del usuario, sino con que allí se instaló hace ya varios años y nunca se tuvo en cuenta este factor.
Cómo es "La regla de los 30 centímetros" para mejorar la conectividad de tu WiFi
Es posible que los routers hayan sido colocados cerca de una televisión o de un parlante inteligente o cualquier otro dispositivo capaz de hacer interferencia. Estos equipos, al estar tan cerca, acaparan la señal y hacen que se reparta peor por los ambientes.
Esto produce que se registren microcortes, bajones en la intensidad de la señal del WiFi o una disminución en la velocidad de Internet. Pero hay una “Regla de los 30 centímetros” que puede ayudar a solucionar estos inconvenientes.
Este truco consiste en dejar a no menos de 30 centímetros de distancia el router de los demás dispositivos conectados. Y si particularmente hablamos de la televisión, debiera estar a un metro y medio o dos metros.
Haciendo esto, debiera mejorar la señal y solucionar parte de los problemas de conexión que tengas. De todos modos, si esto tampoco funciona, existen otros dispositivos como las redes de malla que, a diferencia de los repetidores, utilizan el mismo SSID o nombre de la red, y la misma contraseña y conectan de manera automática con el nodo que mejor conexión a Internet tenga.
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