El queso Gouda es uno de los más elegidos por los argentinos. De textura firme y muy cremoso, es un queso que funciona muy bien para las picadas con vino y fiambres. De allí, que se acompañe perfectamente a las comidas nacionales.
Es importante tener en cuenta que el fenómeno del queso Gouda no es solo argentino. De hecho, es considerado el mejor queso holandés y uno de los más populares del mundo. No es casual que el queso sea una de las exportaciones más importantes de los Países Bajos.
Su versatilidad lo convierte en una elección popular tanto para comer solo como para incorporarlo en una amplia variedad de platos, desde bocadillos hasta fondue. El queso Gouda ha conquistado paladares en todo el mundo y se ha convertido en un componente esencial en muchas mesas gastronómicas.
Cuál es el origen del queso Gouda
Nacido aproximadamente en el siglo XVI, en Holanda, lleva el nombre de una ciudad en Noord-Holland, aunque no está protegido por la denominación de origen, por lo que se puede comercializar con ese nombre.
De acuerdo con los registros de esa época, las primeras recetas se hicieron en granjas cerca de la localidad del mismo nombre en torno a Rotterdam. Su éxito fue tal que la producción no solo se mantuvo sino que aumentó, particularmente a principios del siglo XX.
Descripción
El queso Gouda es de corteza lisa, brillante y uniforme. Tiene una pasta compacta, sin agujeros y una textura que va de tierna a dura. Posee un sabor dulce, con notas a nueces y, a veces, un poco picante si es más viejo. Su color tradicional es amarillo claro, tirando al ocre.
Posibles sustitutos
- Queso Edam: este queso de pasta prensada y semidura. Se puede fundir sobre las comidas.
- Queso Munster: queso americano de sabor suave, es más dulce que el gouda, pero tiene un sabor similar a un gouda joven. También se puede derretir.
- Queso Bel Paese: queso italiano semi suave que se funde muy fácil. Se puede utilizar en pizza o risotto.
Cómo hacer tequeños de queso Gouda
Ingredientes
- 175 g de harina
- 30 g de manteca
- 1 huevo
- 35 g de agua
- 1 pizca de sal
- 200 g de queso Gouda cortados en bastones de 2 cm de ancho y 8 cm de largo
- 500 g de aceite
Preparación
- Mezclar la harina y la manteca
- Agregar el huevo, el agua y la sal
- Dejar reposar la masa 30 minutos
- Estirar la masa
- Cortar la masa en tiras
- Colocar un bastón de queso sobre una tira de masa
- Envolver con la masa el queso a lo largo
- Enrollar el queso en diagonal con la masa
- Calentar el aceite y freír
