Tras el fallido de la Ley Ómnibus, el Gobierno hace borrón y cuenta nueva. Al parecer, el oficialismo tiene una nueva estrategia para impulsar sus reformas de desregulación económica. El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem buscará enviar leyes cortas para que resulte más fácil la recolección de votos.
A una semana para que termine el período de sesiones extraordinarias en el Congreso, el Gobierno ya no busca instalar un mega proyecto que contenga todos los cambios que quiere introducir en la legislación; por el contrario, intentará dividir los proyectos por temas una vez que se reanuden las actividades ordinarias en el parlamento.
Esto no significa una vuelta atrás de la ruptura con los gobernadores. Puertas adentro no creen que el problema haya sido la negociación y sostienen que se trató de una traición, tal como difundieron por redes sociales.
Sin embargo, estiman que los intereses cruzados dentro del recinto les jugaron en contra para aprobar un proyecto tan amplio. De allí la idea de presentar leyes específicas que simplifiquen la negociación de los votos.
De esta manera, se cae la idea de convocar a un plebicito y el Gobierno continúa apostando al Congreso como vía para impulsar sus reformas.
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