"El rock siempre acompañó los procesos sociales, a lo mejor por eso también dicen que el trap es el nuevo rock". El trap de Trueno o de Wos hoy comunica sus posiciones políticas con letras explícitas de denuncia; artistas y género que Mica Racciatti destaca y fusiona con los demás, parada desde el rock alternativo, amalgama sus canciones con jazz, funk, tango y rap pero no se cierra a seguir sumando sonidos: "Esa es la premisa del proyecto, poder fusionar y que se enriquezca todo, poder fusionar y no encasillarse en un lugar".
Mica Racciatti Set Eléctrico nació en 2017 junto a Denis Martínez, bajista y dupla creativa de Mica a la hora de componer, Nahuel Meiners en batería y Manu López en guitarra. La banda se formó en una búsqueda de un proyecto propio después de años de participar de proyectos ajenos, aunque trabajando con su voz desde los 9 años, cuando cantaba en festivales municipales y escolares de su ciudad, Rosario.
Con dos discos de estudio, Previo aviso (2019) y Mil imperios (2022), nominado a Mejor álbum de rock pesado/punk; tocó en el Cosquín 2022 y, a lo largo de los años, compartió shows con Las Pastillas del Abuelo, Airbag, Tarja Turunen, La Renga y Eruca Sativa.
¿Te consideras cantante?
- Sí, y compositora, también uso la guitarra para eso. Pero me gusta más disfrutar el escenario con mi cuerpo, me siento mucho más cómoda en ese lugar, cuando tengo la guitarra siento que hay como un freno con el público. Creo que cada músico lo siente diferente, esta es mi relación con la guitarra. Toco la guitarra pero la realidad es que arriba del escenario busco más moverme, ir y venir, no estoy tocando mucho en vivo.
A los 14 años participó de Talento Argentino, el reality de Telefé que unía familias en los mejores livings y cocinas, cuando el descubrimiento masivo de artistas argentinos llegaba a través de la TV.
- Me ayudó a largarme. Yo en ese momento era chica, aprendía canto y hacía las muestras y me ayudó a querer formar parte de una banda, no era mía, era de otro pero me ayudó a querer trabajar en una banda, empecé a trabajar en bares, en pubs tocando, me inició en una parte más laboral de la música. Había tocado en público para escuelas, para la municipalidad de rosario, que armaba eventos y yo iba con pista a tocar. A partir de eso la cabeza me cambió y quise empezar a trabajar de otra forma. Ahí empecé a trabajar realmente de la música.
"Mejor es nada", su último single, combinada con un ritmo jazzero, toca el nudo de las relaciones y su incertidumbre y es parte de una trilogía de canciones de rock combinado con género urbano que salen este año.
- Es una cápsula que no va a pertenecer a ningún disco, son tres canciones fusionadas con música urbana. La primera fue “Mejor es nada” y este año van a salir las dos que quedan, van a haber algunas otras colaboraciones y alguna que otra reversión de alguna canción conocida. Se vienen varios lanzamientos, a raíz de eso ahora tenemos fechas con los compañeros de Ciclonautas, que son de España. El 17 de febrero en The Roxy en Buenos Aires y el 27 de febrero en el Centro Cultural Güemes ahí en Rosario.
¿Qué pensás de la Ley Ómnibus que se cayó y el DNU que aún está vigente?
- Todo lo que nos resta a la cultura hay que salir a las calles a poder defender todo lo que es nuestro, no podemos retroceder en ningún aspecto. Es una situación bastante complicada para les artistes esta que atraviesa el país.
Me contaste que arrancaste tocando en festivales municipales, ¿tuviste momentos en donde el rol de los fondos nacionales te sirvieron para impulsar tu carrera?
- Personalmente no, nunca gané alguna convocatoria pero sí sé que a compañeros que han ganado les han servido para producir sus discos, sus canciones, sus grabaciones y la verdad es que ninguno de ellos era un artista ensobrado ni nada por el estilo. Somos personas con ganas de trabajar, como artista under no se tiene recursos, es importantísimo. Entidades como SADAIC, que es nuestro recurso, el DNU lo que hace es retroceder respecto de esas entidades y no puede pasar porque es nuestro laburo. Es nuestro derecho y nuestro trabajo, no pueden desaparecer. Pude trabajar bien con AADI y con SADAIC y lo que está funcionando bien no tiene por qué retroceder. Acá nos resta más que sumar.
Los lugares públicos son de los artistas y de la gente, no es ningún partido político ni nada de eso, tanto músicos como toda la cultura tienen que apropiarse de esos espacios. Fomenta no sólo la música sino también la gastronomía, la hotelería y a un montón de cuestiones que hacen que esta rueda gire.
¿Sentiste que en algún momento tuviste presión por parte de la industria para cambiar de género o para parar de decir lo que tenías ganas de decir?
- Y sí, todo el tiempo, por momentos te da miedo de decir algunas cuestiones, nosotros siempre estuvimos parados del lado de tener una postura y de decir más que de la tibieza. Es un lado constructivo igual, no es un lado violento. Sabemos que hay gente que acompaña esta lucha que estamos teniendo hoy en día como cultura. Lamento que en redes sociales alguien no pueda decir algo porque te matan, sin ir más lejos, la cuestión de Lali Espósito. Podés no coincidir con lo que está diciendo alguien pero la cuestión violenta me apena muchísimo. Yo no soy ninguna artista ensobrada, porque eso es lo que suelen decir del otro lado, jamás he recibido nada del Estado pero creo que cuando las cosas que están bien hechas hay que dejarlas.
¿Recibiste alguna vez insultos?
- He recibido, sobre la que más insultos he recibido es la canción en la que estuvo Thelma (Fardín). Ya van a hacer dos años que salió "Gritar" pero cada tanto aparece algún comentario. Es tremendo. El rock es acompañar procesos históricos, procesos sociales. De lo que sí estoy en contra es de las bardeadas por decir tu opinión o lo que vos pensás. Al artista o el rock siempre acompañó a cuidar los derechos de todos. También es que estamos en una época distinta.
La trova rosarina, Fito, Charly, es una respuesta de resistencia a todo lo que estaba pasando en ese contexto. Creo que ahora no tiene que ser diferente, tiene que ser así también. Espacios como este, para poder decir, para difundir bandas también son parte de esta resistencia, para hacer que la rueda siga girando y que no pare.
El rock siempre acompañó los procesos sociales, a lo mejor por eso también dicen que el trap es el nuevo rock, entonces desde nuestro lugar siempre buscamos letras que nos atraviesen a todos todos los días. Tenemos canciones que hablan de feminismo, de meritocracia (como "El mito" con Lula Bertoldi), de la quema de humedales, hay de todo.
Foto portada: Gentileza de prensa.
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