A doce días del derrumbe de Caballito, que acabó con la vida de dos ancianos y dejó sin hogar a 13 familias, el Gobierno de la Ciudad se reunió con las víctimas para analizar su situación de vivienda y estudiar los pasos que darán de manera conjunta.
El jefe de Gabinete, Néstor Grindetti y el ministro de Justicia local, Gabino Tapia, recibieron a las familias afectadas en la sede del Ejecutivo porteño, en Parque Patricios, donde analizaron la posibilidad de exigir a la empresa a cargo del proyecto inmobiliario contiguo al derrumbe que financie una “solución habitacional” temporal hasta que puedan recuperar sus casas.
“Sentimos que es la primera vez que toman el tema con mayor responsabilidad”, aseguró Ingrid Varela, madre de dos hijos de 8 y 23 años, con quienes estaba cuando se produjo el derrumbe. Como el resto de las familias, no ha podido regresar al lugar por el peligro que representa el estado del edificio y ayer recibió la noticia de que su vivienda deberá ser demolida del todo.
Indicaron, también, que establecieron un cronograma para que las familias puedan acceder a retirar sus pertenencias de las viviendas siniestradas, para lo cual trabajarán en conjunto la Fiscalía y Defensa Civil para desplegar una pasarela que posibilite el acceso a los inmuebles.
Se destacaron dos temas abordados en la reunión: “Las necesidades de las familias y las formas en que se podía llegar a una solución”, y en manos de quién quedará la problemática a la que se le dará periódico seguimiento.
De esta forma designaron a la coordinación de la Dirección General de Asistencia a la Víctima, que depende de la cartera de Justicia.
“El Gobierno porteño planteó que van a exigirles que nos den una vivienda o que nos paguen un alquiler. Se tienen que hacer cargo porque nosotros no elegimos estar en esta situación”, manifestó Varela.
El Gobierno porteño planteó que van a exigirles que nos den una vivienda o que nos paguen un alquiler. Se tienen que hacer cargo porque nosotros no elegimos estar en esta situación
Es importante recordar que a causa del derrumbe, perdieron la vida dos hermanos: Nélida, una mujer de 75 años, y Ramón, un hombre de 82, ambos habitantes de la misma vivienda.
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