Según datos del Ministerio de Economía, desde que Javier Milei asumió como presidente, el Gobierno gastó más plata del presupuesto para pagar las deudas que lo que destina al sistema de seguridad social. Además, según el calendario de vencimientos, ya usó el 54% de todo el presupuesto para afrontar los compromisos. Los datos de la cartera económica indican que el 38,58% fue destinado a las deudas, mientras que el 35,39% se fue a la Seguridad Social.
Con el repunte de los derechos de exportación y el Impuesto País, el Gobierno está recaudando hoy un 1% más que hace un año. Sin embargo, el gasto primario cayó de manera general en casi todos los rubros y tanto las prestaciones sociales como los gastos operativos (sobre todo los sueldos) cayeron en un 30% anual real, explicando la caída del gasto del 57%.
Además, hubo recortes en subsidios y obra pública de 64% y 86% respectivamente, mientras que los giros de dinero a las provincias fueron de un 72% menos, contribuyendo un 6% de ajuste general, incluso después de que la relación entre los gobernadores y el oficialismo se tensara.
Para la consultora LCG, el mes de enero suele ser una época en que la estacionalidad del gasto es buena. Sin embargo, este año solamente en lo que tiene que ver con administración pública, el Gobierno pagó menos de la mitad de los gastos devengados en el mes: la deuda flotante asciende al 55% de los compromisos asumidos. Esto equivale a $2.4 billones, una suma más alta del resultado primario registrado.
Por otro lado, el centro de estudio Mate calculó que la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores es de $1.128.278.000.000, contando sector público y privado (registrado y no registrado). Además, hubo una pérdida directa de recaudación fiscal por aportes de $390.202.000.000.
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