El mundo entero condenó el ataque realizado por soldados israelíes contra una multitud hambrienta que se avalanzó sobre un camión de ayuda humanitaria en Gaza. Los militares abrieron fuego contra ellos y, según Hamas, dejaron un saldo de más de 110 muertos. La Unión Europea, la ONU y Estados Unidos pidieron que se abra una investigación independiente para estudiar el caso.
Según la ONU, 2,2 millones de los 2,4 millones de habitantes de Gaza están pasando hambre a cinco meses de iniciado el conflicto entre Israel y Palestina. Esta situación ya se cobró la vida de más de 30 mil personas.
El jueves, un médico y algunos testigos confirmaron que soldados israelíes le dispararon a una multitud hambienta que había rodeado un camión de ayuda humanitaria al norte de Gaza. Según Hamas, murieron allí 112 personas y hubo 760 heridos. Por otro lado, un oficial del ejército israelí dijo que hubo "disparos limitados" por parte de los soldados porque se sintieron "amenazados". Además, describió "una estampida durante la cual murieron y resultaron heridos decenas de habitantes, algunos de ellos arrollados por los camiones de ayuda".
Ante esta situación, desde la casa blanca quieren respuestas y por eso piden una "investigación exhaustiva" del caso. Joe Biden admitió que esta tragedia complica las negociaciones para ponerle un alto al fuego en el conflicto. A él se le sumaron desde la Unión Europea, que alzó la voz a travé de su presidenta y dirigente del Consejo Europeo, Ursula von der Leyen y Charles Michel.
En particular, Francia y Alemania pidieron una investigación, mientras que España e Italia consideran que es más importante y "urgente" llegar a una tregua. Por su parte, China pide un "alto el fuego" y garantizar la ayuda humanitaria en Gaza.
Arabia Saudita condenó "los ataques de las fuerzas de ocupación contra civiles indefensos" y la Liga Árabe habló de "un acto bárbaro y brutal que desprecia totalmente la vida humana". Por otro lado, Catar, uno de los principales mediadores en la guerra, pidió "una acción internacional para poner fin inmediatamente a la agresión (israelí)".
El Consejo de Seguridad se reunió de urgencia a puertas cerradas, después de que el jefe de la ONU, Antonio Guterres, expresara estar "conmocionado" por la tragedia y pidiera "una investigación independiente eficaz". Según Hamas y algunos testigos, los militares israelíes posicionados para proteger el convoy dispararon contra la muchedumbre que se precipitó hacia los camiones.
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