El dólar, refugio clásico de los argentinos ante la inflación, genera incertidumbre sobre qué billetes siguen vigentes en el país. La Reserva Federal de Estados Unidos, ente emisor, declara la validez de todos los billetes, aunque los más comunes van desde 1900 hasta hoy.
Sin embargo, billetes raros como los de 500, 1.000, 5.000 y 10.000, aunque válidos, rara vez se ven en circulación debido a su valor coleccionable. La Reserva Federal informaría con anticipación si algún diseño dejará de circular, aunque estos billetes están dispersos globalmente.
Es un error pensar que los billetes "cara chica" valen menos; legalmente, tienen igual valor. Sin embargo, en el mercado paralelo se rechazan debido a la falta de medidas de seguridad modernas.
¿Por qué las cuevas que cambian dólar blue no aceptan cara chica?
Esta situación no es exclusiva de Argentina; países latinoamericanos, asiáticos y europeos la comparten. En EE. UU., todos los billetes tienen igual valor.
A pesar de esto, en el mercado paralelo, los billetes "cara chica" se pagan menos debido a la baja demanda. No obstante, legalmente, todos los dólares valen igual, salvo en operaciones inmobiliarias y concesionarias.
Los bancos no cambian directamente los billetes "cara chica"; se pueden depositar y, luego de 24 horas o más, retirar en otros diseños. Sin garantía, en ocasiones se reciben nuevamente los billetes "cara chica".
La trampa de las cuevas: ¿Por qué no aceptan billetes cara chica?
Las "cuevas" ofrecen cambio, cobrando comisiones del 1,5% al 10%. Transferir dólares evita problemas, pero dependiendo del origen, pueden surgir complicaciones legales.
Si la transferencia viene del extranjero, se liquida en el MULC. Si es local, sin justificación, se infringe la Ley Penal Cambiaria. Aunque la negociación entre particulares podría dejar de ser ilegal, hasta entonces, los bancos pueden solicitar justificación, y si no se presenta, informar a la autoridad.
En transferencias justificadas o entre cuentas propias, solo se requiere documentación correspondiente. Las formas más comunes son vía HomeBanking o correo electrónico, pero también se puede hacer en sucursales bancarias.
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