Cuando Queen sacó su videoclip I Want to Break Free, en Estados Unidos recibieron críticas por los cuatro costados. Lo tildaban de "libertinaje" y de "descontrol juvenil", dejando a la banda al borde de la indecencia.
Corría 1984 y todo lo referido a la sexualidad era un tema tabú. En ese contexto irrumpió este temazo de Queen, que se acercaba un poco a ese tema y al morbo que generaba. De hecho, tenemos un caso en nuestro país que irrumpió de la misma manera: "Soy lo que soy", el disco de Sandra Mihanovich, salió el mismo año.
I Want to Break Free es una de las canciones más populares de la historia de la música. Freddie Mercury, sospechado de ser homosexual -algo mal visto para la época- le gritaba al mundo que quería ser libre en lo que se interpretó en su momento como una salida del closet. Sin embargo, el tema lo compuso otro integrante de Queen, John Deacon, heterosexual al que Mercury no dudó en apuntar cuando empezaron los comentarios tendenciosos diciendo que la letra la había escrito Freddie, según evoca Hernán Firpo en una nota en Clarín.
Finalmente, en abril de 1984 salió el videoclip que mostraba a todos los integrantes de la banda vestidos de mujer con una estética súper femenina, generando un impacto muy negativo, sobre todo en Estados Unidos, donde la canción terminó por censurarse. Freddie aparecía caracterizado como una ama de casa de tetas grandes y sus clásicos bigotes. Brian May se puso los ruleros, John Deacon encarnó a una viuda y Roger Taylor a una colegiala.
Rápidamente, los medios empezaron a vincular este tema con la comunidad LGBT, hasta que una periodista brasileña le preguntó al líder de Queen sobre esto, a lo que contestó que "para nada, además es de John Deacon". "Es de él, un hombre felizmente casado con unos cuatro hijos...", agregó. Y sumó: "No sé de dónde sacan todo eso. Trata sobre alguien que tiene una vida dura y quiere liberarse de los problemas. Nada que ver con el movimiento gay".
