En un hecho insólito en la actualidad, el Gobierno de Perú, comandado por Dina Boluarte, publicó un decreto oficial en el que definió al transexualismo, al transvestismo de rol dual y a los trastornos de la identidad de género como enfermedades de salud mental y las incluyó en el Plan Esencial de Salud.
Con la firma de la máxima mandataria, el ministro de Economía, José Arista, y el del Salud, César Vázquez Sánchez, el Gobierno peruano declaró “el transexualismo, el transvestismo de rol dual, el trastorno de la identidad de género en la niñez, otros trastornos de la identidad de género, el transvestismo fetichista y la orientación sexual egodistónica” como problemas de salud mental en la cobertura de aseguramiento del mencionado país.
Cabe destacar que la OMS excluyó la transexualidad de su manual de enfermedades hace seis años. Sin embargo, con el decreto que firmó Boluarte se contempla que estas personas puedan recibir atención médica en centros de salud públicos y privados, según fue establecido.
En este contexto, algunas voces se levantaron para repudiar el accionar del Gobierno. La diputada Susel Paredes, de la alianza opositora de centro izquierda Juntos por el Perú, pidió la derogación del decreto y aseveró que refuerza el estigma y discriminación hacia las personas trans. Finalmente, dijo que “urge implementar políticas de salud mental acorde a los estándares internacionales para garantizar el derecho a la salud, igualdad e identidad”.
No solo esto, sino que muchas organizaciones de la sociedad civil, como Más Igualdad Perú, también mostraron su rechazo. De esta manera, 414 profesionales de la salud y 176 organizaciones de derechos humanos enviaron una carta al ministerio de Salud en la que le solicitaron dar marcha atrás con el decreto.