El Tratado Antártico prohibe la explotación en la zona que también reclaman Chile y el Reino Unido. La información la publicó en el canal BRICS News.
El reciente hallazgo de gigantescas reservas de petróleo en una zona de la Antártida reclamada por la Argentina, el Reino Unido y Chile está generado una intensa inquietud a nivel global.
Según informes presentados en el canal oficial de X de BRICS -el grupo que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-, buques de la empresa rusa Rosgeo descubrieron las reservas en el mar de Weddell y crece el temor sobre posibles exploraciones petrolíferas, inspecciones militares y consecuencias medioambientales. El canal de los BRICS aseguró que el Kremlin halló una reserva 30 veces mayor a Vaca Muerta.
Se estima que estas reservas podrían contener alrededor de 511.000 millones de barriles de petróleo, una cantidad que supera significativamente la producción del Mar del Norte en las últimas décadas. Este descubrimiento, aunque plantea oportunidades económicas, también abre interrogantes sobre la legalidad y las implicaciones políticas y medioambientales, dado que el Tratado Antártico de 1959 prohíbe cualquier actividad de explotación en la región.
Las actividades de Rusia en la Antártida, incluyendo estudios sísmicos y mapeo geológico, despertaron sospechas sobre posibles objetivos de búsqueda de recursos naturales y militares. "Hay una preocupación de que Rusia esté recopilando datos sísmicos que podrían interpretarse como prospección en lugar de investigación científica”, expresó Klaus Dodds, profesor de geopolítica en el Royal Holloway College.
Expertos están advirtiendo sobre el riesgo de violación de este acuerdo internacional, así como sobre el impacto potencial en el delicado equilibrio ambiental de la región.