El Parlamento de Taiwán vivió una situación insólita y caótica cuando un diputado del Partido Demócrata Progresista (PDP) robó los documentos de un proyecto de ley crucial que busca reformar la Constitución y huyó con ellos, buscando impedir su aprobación. En la sesión, además, hubo golpes de puño y empujones.
Incluso antes de que empezaran a emitirse los votos, algunos legisladores se gritaron y empujaron afuera de la cámara legislativa, antes de que la acción se trasladara al recinto. Los legisladores rodearon el escaño del presidente, algunos saltando por encima de las mesas y tirando a colegas al suelo. Aunque pronto volvió la calma, por la tarde se produjeron nuevos altercados.
La situación ocurrió pocos días antes de que el presidente electo Lai Ching-te asuma el cargo sin una mayoría legislativa. El futuro mandatario tomará posesión de su cargo el lunes, tras haber ganado las elecciones de enero, pero su Partido Democrático Progresista (PDP) perdió la mayoría en el Parlamento.
El principal partido de la oposición, el Kuomintang (KMT), tiene más escaños que el PDP, pero no los suficientes para formar una mayoría por sí solo, por lo que están trabajando con el Partido Popular de Taiwán (TPP) para promover sus ideas mutuas. En este contexto, esta alianza busca dar al parlamento mayores poderes de control sobre el gobierno.
El oficialismo del país asiático afirma que con esto están intentando imponer sus propuestas sin el proceso de consulta habitual, en lo que califican de “abuso de poder inconstitucional”. Por su parte, la oposición indica que solo pretenden una supervisión mayor del ejecutivo porque "siempre han estado acostumbrados a monopolizar el poder”.
No es la primera vez que en Taiwán se producen enfrentamientos en el Parlamento. En 2020, los legisladores del KMT arrojaron vísceras de cerdo al suelo de la cámara en una disputa sobre la flexibilización de las importaciones de carne de cerdo de Estados Unidos.
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