Ricardo Caruso Lombardi volvió a protagonizar un escándalo. El entrenador de Miramar Misiones de Uruguay se fue expulsado en la derrota de su equipo y se retiró del campo de juego en medio de una catarata de insultos racistas contra el árbitro del encuentro.
Su equipo comenzó ganando el encuentro frente a Liverpool cuando ya quedaban 20 minutos de juego, pero en una ráfaga de dos minutos el rival dio vuelta el partido. En ese contexto, el equipo de Caruso Lombardi sufrió dos expulsiones, lo que motivó su furia contra el juez Javier Feres, que decidió expulsarlo.
“Ni foul fue, ni foul fue. Ah, te van a aplaudir, te van a aplaudir. Mirá el VAR”, le gritó al árbitro, quien se acercó al banco de suplentes para mostrarle la tarjeta. “Te van a aplaudir, negro de mierda, jetón. No me voy, mirá el VAR”, lo insultó Caruso Lombardi. El entrenador argentino se quedó unos minutos en la cancha, hasta que finalmente ingresó la seguridad a retirarlo.
La situación generó un repudio inmediato de la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol (Audaf): “La Audaf considera absolutamente inaceptable cualquier manifestación de racismo y otras formas de violencia. Asume y asumirá siempre su cuota de responsabilidad en el combate a toda clase de discriminación. La lucha contra este flagelo ocupa un lugar central en las preocupaciones y en el trabajo del fútbol, lo que evidencia en las múltiples campañas de concientización y acciones de alcance positivo”.
En este sentido, consideraron que Caruso Lombardi fue “contrario” a la creencia de que el fútbol es “difusor de valores positivos y constructivos para la sociedad” y cuestionaron que no haya tolerado las decisiones arbitrales, lo que terminó en sus insultos al juez, discriminándolo “por su color de piel”.
Por la noche, el DT argentino mostró arrepentimiento a través de Twitter: “En el día de hoy tuve un exabrupto en el final del partido con el juez Javier Ferez. Le pido disculpas públicamente por usar palabras que no corresponden. Más allá del enojo me siento avergonzado por estar con las pulsaciones a mil, no debo actuar de esa manera”.