Una mujer fue asesinada por un hombre que tenía una condena por abuso

Encontraron el cuerpo sin vida de una mujer de 45 años con varias puñaladas en el torso en un camino rural del Chaco. El único detenido por el femicidio admitió haberla asesinado luego de intentar abusar de ella. Por si fuera poco, el hombre ya contaba con una condena previa por abuso, pero había quedado en libertad en 2020.

Juan Cáceres, conocido en la zona como “El Misionero”, admitió ser el asesino de Érica Torres. La víctima era bibliotecaria, y como todos los días salió de su casa con su moto en dirección a su trabajo en la Escuela N°266 de Charata. Posteriormente dejó su vehículo en la estación de servicio ubicada en la intersección de las rutas N°89 y N°6 y pidió un aventón.

"Dejaba la moto en una YPF de la Ruta 89, se cruzaba a la garita que estaba en frente y hacía dedo un tramito que debe tener 14 kilómetros más o menos, hasta la entrada de Charata", indicaron los investigadores, quienes confirmaron que la bibliotecaria estaba acostumbrada a hacer dedo en la ruta para llegar a su puesto de trabajo.

En ese momento, la mujer se cruzó con Cáceres, quien circulaba en una camioneta Ford F-100 con cabina simple. Según las cámaras de seguridad de la zona, el vehículo se detuvo y la víctima se subió. Unas horas después, un camionero vio en medio del camino rural el cuerpo de una mujer tirada en el suelo.

Incluso, logró observar que el cadáver presentaba varias puñaladas en su cuerpo. Fue así como decidió avisar a las autoridades. Tras una ardua investigación, los efectivos de seguridad detuvieron a un sospechoso. Después de varias horas, Cáceres finalmente confesó ser el autor del femicidio.

"Fue un intento de abuso sexual frustrado, lo que provocó que el atacante se enfureciera y le asestara al menos unas 20 puñaladas en diferentes zonas del cuerpo", señalaron las fuentes policiales. Por si fuera poco, descubrieron que "El Misionero" contaba con antecedentes penales por haber cometido un abuso sexual. Aquella vez lo habían condenado a cumplir seis años en la prisión, pena que culminó en 2020.