El presidente Javier Gerardo Milei recibió otro duro golpe tras la presentación de la renuncia de su primer Jefe de Gabinete de Ministro Nicolás Posse, y el libertario empieza a observar las consecuencias de la crisis que generan sus políticas.
Desde la creación del puesto de Jefe de Gabinete con la Reforma de la Constitución en 1994, siempre se consideró a este como un “fusible” ante la crisis política para absorber el costo de la misma y no horadar la figura presidencial. Con el cambio de gabinete anunciado, Nicolás Posse se convirtió en la persona que menos duró en el cargo. Si bien, el comunicado oficial informó que la decisión fue tomada por “la diferencia de criterios y expectativas en la marcha del Gobierno y las tareas encomendadas”, versiones cercanas al entorno indican que el vínculo personal estaba más que desgastado.
Como resultante del caos económico, y a consecuencia de las políticas adoptadas por el gobierno de La Libertad Avanza, es la primera vez desde que se creó el cargo que un Jefe de Gabinete no alcanza ni medio año. Luego de los traspies legislativos y la imposibilidad del gobierno de llegar a buen puerto con el tan anunciado “Pacto de Mayo”, el ahora ex jefe de ministro presentó su renuncia mientras que el presidente por cuarta vez durante su mandato a Estados Unidos, evidenciando la crisis política puertas adentro del elenco libertario.
De esta manera, renunció frente a la Secretaria Presidencial Karina Milei, quien cada vez suma más poder en el gobierno.
Otro que se empoderó es Guillermo Francos, quien se convertirá en el sucesor de Posse. Un hecho inédito acompaña esta decisión y es que por primera vez el país no contará con un Ministro del Interior, sino que el mismo funcionará como Secretaria bajo la órbita de la Jefatura y mantendrá como secretario a quien se desempeñaba como viceministro de Francos, Lisandro Catalán.
De esta forma, Milei se convierte también en el primer presidente sin Ministerio del Interior, demostrando lo que menosprecia lo que sucede en las provincias, a las cuales casi no ha viajado, como por ejemplo las inundaciones en Entre Ríos o el caos social que vive la provincia de Misiones.
El otro cambio en el organigrama se vislumbró en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) con la renuncia de Silvestre Sivori, hombre de confianza de Posse y cuyo reemplazante aún se desconoce.
Así Milei no solo será recordado como el presidente que no entregó medicamentos a pacientes oncológicos, y dejó en galpones más de cinco toneladas de alimentos para comedores, sino que también se lo mencionara como a quien menos le duro su Jefe de Gabinete.