De los 29 futbolistas citados para los amistosos previos a la Copa América que se jugarán en Estados Unidos, hay solo cuatro campeones del mundo ausentes. Y uno en particular llamó la atención desde el principio, debido no solo a su buen presente, sino porque se lo consideraba uno de los protegidos de Lionel Scaloni: Paulo Dybala.
Después de conocerse la noticia, y tras algunos días de silencio, el delantero de la Roma se refirió a su exclusión en la lista, de la que luego quedarán 26 jugadores para el certamen continental. “Sentí que había hecho cosas buenas este año”, aseguró con tristeza Dybala en una extensa entrevista para el medio The Athletic.
“Confiaba en entrar en la convocatoria, así que fue un golpe muy duro de soportar para mí, porque formar parte de la selección es una de las mejores cosas de la historia. Pero también entiendo que para nuestro seleccionador es difícil elegir. Tenemos tantos buenos jugadores en equipos de toda Europa y él tiene que elegir a 26. Respeto su decisión, siempre se lo he dicho. Tengo una gran relación con él y sin duda ha elegido lo mejor para el equipo”, agregó el ex Juventus, Palermo e Instituto.
A pesar de su ausencia, Dybala dejó en claro su deseo de que la Selección Argentina pueda volver a coronarse: “Estaré alentando desde casa, como siempre que no estoy en la selección. Tengo muchos amigos en el equipo y espero de todo corazón que vuelvan a ganar la Copa América”.
Cabe recordar que la no convocatoria de Dybala se da luego de una de sus mejores temporadas en los últimos años: en la liga italiana disputó 28 partidos, hizo 13 goles y dió 9 asistencias. Si agregamos su participación en Europa League y Copa Italia, esa estadística crece a 39 encuentros con 16 tantos y 10 pases gol.
Durante la nota, La Joya aprovechó para recordar lo que sintió cuando el plantel regresó a la Argentina tras la coronación en Qatar y su sorpresa por la cantidad de gente en las calles: “Fue una locura. Tan hermoso. Es algo imposible de olvidar para la historia y para nosotros el resto de nuestras vidas. Ver a aquella multitud fue increíble".
“Tuvimos que parar continuamente porque había tanta gente que no podíamos movernos. La gente saltaba de los puentes para subir al micro. Podían haberse roto un brazo o una pierna, pero querían estar con nosotros. Queríamos llegar al Obelisco, pero nos quedamos atascados porque la seguridad no nos dejaba pasar. Así que al final tuvimos que saltar todos, subirnos a un helicóptero y volver al campo de entrenamiento”, agregó.