Las autoridades del ministerio de Capital Humano apelaron la orden judicial de armar un plan para distribuir de forma inmediata las más de 5.000 toneladas de alimentos almacenadas. Ante una supuesta “falta de transparencia”, los funcionarios de La Libertad Avanza decidieron retener la comida, y continúa el cierre de comedores comunitarios. El presidente Javier Gerardo Milei sostiene que no necesita intervenir en medio de la crisis: “Alguien lo va a resolver”.
¿Qué es la “necesidad” para el Gobierno Nacional? ¿Cuál es el hambre que requiere asistencia del estado? 7 de cada 10 niños y niñas son pobres. El aumento exponencial del índice de pobreza que alcanzó el 55%, y la indigencia el 18%. ¿No es una situación de emergencia?
Mientras el ministerio de Capital Humano sostenía la excusa de falta de recursos económicos para proveer de mercadería a los comedores y merenderos comunitarios, se conoció de forma pública que tiene almacenados más de 5 millones de kilos de alimentos: leche en polvo, yerba, aceite, puré de tomate, garbanzos, harinas, fideos, y comidas envasadas listas para consumir.
Desde Casa Rosada, a través del Vocero Presidencial Manuel Adorni, informaron que los alimentos se encuentran guardados en los galpones de Villa Martelli para ser distribuidos en casos de emergencia o catástrofe. Por su parte, la ministra Sandra Pettovello mencionó que más de la mitad de la mercadería almacenada, son paquetes de yerba pertenecientes a una contratación irregular de la gestión anterior. También sostuvo que más de 1.200 comedores que figuran en el Registro Nacional de Comedores y Merenderos Comunitarios (ReNaCOM), “no existen”. Los nombró “Comedores Fantasmas”.
El ReNaCOM que menciona la ministra Pettovello, no regula la distribución del alimento, ni otorga validez legal a los espacios comunitarios que brindan asistencia alimentaria, sino que hace relevamientos para crear mapeos de la realidad y construir políticas públicas a partir de los resultados.
Pese a las incongruencias en el relato que demoniza intencionalmente, y ha creando una imagen ligada a la corrupción a comedores y merenderos que asisten con un plato de comida a miles de personas todos los días, el ministerio de Capital Humano presentó una denuncia por irregularidades en el reparto de alimentos. Ésta seguirá su curso en la justicia, poder que se expedirá al respecto llegado el momento, pero el hambre no corre con los mismos tiempos.
El lunes pasado, el Juez Federal Sebastián Casanello ordenó al ministerio que presente, en un plazo de 72 horas, un plan de distribución inmediata para los alimentos, de los que se desconoce la fecha de caducidad. El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°7, solicitó un informe del stock actual que especifique fechas de adquisición, de vencimiento, también detalles de ingreso y egreso de mercadería desde la asunción de Milei.
El Ministerio de Capital Humano apeló la resolución, argumentando que no es una cuestión judicial, sino de política pública: “Es un avance ilegítimo de la justicia sobre la democracia que viola la división de poderes”, declaró Pettovello.
Mientras tanto, la Red de Organización Educativas y Comunitarias (RAE), anunció el cierre de 13 comedores comunitarios dejando a más de 3000 personas sin un plato de comida y expresó a través de sus redes sociales: “Exigimos el desembolso inmediato de los recursos y la entrega de mercadería necesaria para garantizar el funcionamiento de todos los comedores comunitarios”. Otros 183 comedores de la organización Interredes se encuentran en una situación similar.
El Plan de Ajuste de La Libertad Avanza, prometió desde sus inicios ir por los intereses económicos de la casta, pero hoy esa misma casta es parte de su círculo político. El ajuste se trasladó hacia las clases media y baja con una hostilidad tajante, palpable en el día a día de las personas: se redujo el poder de compra, se licuaron los sueldos con la inflación, y cada día son más pobres.
En este contexto, el presidente Milei se presentó a dar una clase abierta como especialista en economía el Instituto Hoover, de la Universidad de Standford, y en su discurso no omitió referencia a la crisis económica y social del país: "Va a llegar un momento donde la gente se va a morir de hambre, por lo cual va a decidir de alguna manera para no morirse. No necesito intervenir. Alguien lo va a resolver". Hay algo que quedó más que claro: En Argentina, el hambre y la crueldad son una decisión política.