El Gobierno designó a Sergio Neiffert al frente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Se trata de un hombre cercano al asesor del Presidente, Santiago Caputo. Reemplazará a Silvestre Sívori, quien dejó su puesto tras la salida de Nicolás Posse del Gabinete.
"Desígnase Interventor de la Agencia Federal de Inteligencia, organismo descentralizado actuante en el ámbito de la Presidencia de la Nación, al señor Sergio Darío Neiffert", dice el decreto 505/2024 publicado en el Boletín Oficial que lleva la firma del jefe de ministros, Guillermo Francos.
Desde diciembre hasta la salida de Posse, el organismo dependía de la jefatura de Gabinete, mientras que ahora depende directamente de Javier Milei. Sin embargo, Neiffert, de 56 años y ex representante del Poder Ejecutivo ante la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR), no tiene experiencia conocida en organismos de inteligencia.
El nuevo funcionario también fue vicepresidente del Consejo Escolar de Malvinas Argentinas entre 1999 y 2003, durante la intendencia de Jesús Cariglino. Años después, entre 2007 y 2011, fue presidente Consejo Escolar del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Daniel Scioli.
Otra curiosidad en el CV de Neiffert es que, al igual que Gustavo Arribas -el amigo de Macri que supo conducir la AFI-, también estuvo vinculado a la compra-venta y representación de jugadores de fútbol.
La salida de Posse destapó una enorme cantidad de espionajes cruzados que se estaban desarrollando hacia el interior del mismo Gobierno. En los últimos días, desde la cuenta de Twitter anónima que el entorno político le adjudica a Santiago Caputo (@SnakeDocLives), se había lanzado un mensaje amenazante sobre este tema.
"Si van a jugar sucio nosotros vamos a traer de nuevo a los Malos. Después no lloren. Las advertencias fueron debidamente presentadas", escribió el aparente Caputo. En este sentido, el periodista Carlos Pagni afirmó hace unos días que la llegada de Neiffert, quien no tiene experiencia en inteligencia, tiene que ver con su vínculo con organismos de Estados Unidos. Para ayudarlo, además, se habla del regreso de un nombre fuerte, uno de "los malos": Jaime Stiuso, o alguien de su riñón.
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