Biden participó del debate presidencial contra Trump con escasos resultados positivos pero va a tener una nueva oportunidad para probarse como el candidato que podría dirigir al país los próximos cuatro años. En una conferencia de prensa, se encargará de cerrar la cumbre de la OTAN para medirse como líder mundial.
El presidente Biden, de 81 años, el jueves podrá demostrarle a los ciudadanos de Estados Unidos que puede continuar liderando a la potencia norteamericana en el cierre de la cumbre de la OTAN en Washington después de sus últimas apariciones públicas, que hicieron que su imagen decayera.
En primer lugar, su performance en el debate presidencial le jugó una mala pasada, porque casi se queda dormido sobre el escenario, ante los ojos atentos de todos los estadounidenses. Sobre este polémico momento, el actual presidente salió a aclarar que "no se sintió tan bien" durante el evento.
Sucede que su imagen decayó después de este suceso, tras las reiteradas ocasiones en las que se descompensó en eventos públicos, y los legisladores comenzaron a pedir que se corriera de la candidatura. Su avanzada edad también es un factor que tiene a sus votantes preocupados.
Desde el Partido Demócrata que integra, posicionan a Kamala Harris, la actual vice, como una posible candidata con la envergadura y el recorrido político suficiente como para ganarle a Trump en las elecciones. Otra de las posibles candidatas es Hilary Clinton. Si alguna de las dos finalmente se presenta y triunfa, se tratará de la primera mujer en gobernar Estados Unidos. Por su parte, Biden no abdicará y continuará en su posición, pero su triunfo dependerá del desarrollo de sus apariciones posteriores.
"Los votantes podrían ver la fragilidad de Biden como un símbolo de debilidad o su propia inestabilidad", expresó Julian Zelizer, experto en historia presidencial por la universidad de Princeton. Los candidatos como Trump, en este caso, podrían ser una alternativa prometedora.