En Argentina, dejar propina cada vez que vamos a un bar, cafetería o restaurante es una costumbre. Sin embargo, lo que muchos no saben es que está prohibida. Esta práctica -que con el ajuste del bolsillo se va reduciendo cada vez más- es fundamental para los sueldos de los empleados de gastronomía. Ahora, el nuevo ministerio de Federico Sturzenegger buscará habilitar la inclusión de este monto en el ticket de la consumición.
El Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado ya está activo y empezó a trabajar en algunos ítems bajo la órbita de Federico Sturzenegger. El expresidente del BCRA tiene 27 ítems establecidos sobre los cuales trabajar y, si bien la propina no está entre ellos, está trabajando en un decreto para formalizarla.
Se trata de un reclamo histórico que se viene dando en el sector de los trabajadores de la gastronomía y que explotó en los últimos meses, ya que como ajusta el bolsillo, muchos clientes no dejan propina o dejan poca. Además, los pagos con tarjetas de crédito y billeteras virtuales reducen el uso de efectivo. Por el lado de los restaurantes, no quieren incorporarlo en el cobro con tarjeta o QR porque dicen que no es parte de la cuenta, sino que es a voluntad del cliente.
Los dirigentes gremiales aseguran, sin embargo, que la propina por lo menos duplica el salario básico que recibe un trabajador gastronómico por mes y podría llegar a cuadruplicarlo en los restaurantes de mayor categoría. Además, advierten que en el rubro está marcado por una fuerte evasión fiscal y el no blanqueo de la propina que se recibe.
Si bien no es oficial, el decreto que plantea Sturzenegger tiene que ver con sacar de ese "gris" a la propina, ya que uno de los cuatro convenios colectivos de trabajo vigentes del sector hotelero gastronómico prohibió expresamente la propina. Este decreto aclararía que la misma no forma pate del salario de los empleados, por lo que no pagaría cargas sociales. Sin embargo, se incluiría en el ticket como un ítem más tal como sucede en Estados Unidos, Brasil y Uruguay. A su vez, no sería obligatoria, sino que seguiría quedando a voluntad del cliente si pagarla o no y qué monto dejar.