A pesar del complicado panorama económico que enfrentan los argentinos, el ministro Luis Caputo se mostró muy optimista y publicó un mensaje con halagueños vaticinios para lo que resta del 2024.
En verso, el ministro escribió una serie de “cosas que ya están pasando” y “se van a exponenciar en los próximos meses” (sic).
“La inflación va a bajar
La economía va a recuperar
Los impuestos van a bajar
Las regulaciones van a colapsar
El crédito privado va a explotar
La demanda de dinero va aumentar
Los pesos van a faltar
Los dólares van a sobrar
El dólar financiero va a converger al dólar oficial
Los salarios van a recuperar
La pobreza va a bajar”.
La promesa- o expresión de deseo- del ministro se produce en un complicado cambio de mes, con la pobreza registrada en 52% según la UCA y con una inflación que parece haberse estacionado en 4%.
Entre las dificultades que enfrenta Caputo está la fuerte caída en la recaudación de las arcas fiscales, que en agosto registró un descenso real del 13,7% y encendió alarmas entre los analistas.
Especial preocupación causó el nivel de las reservas frente a la reticencia del campo para liquidar la cosecha y las sospechas de una devaluación, que fue sugerida incluso por el exministro Domingo Cavallo.
Durante el mes de agosto la agroindustria liquidó USD 2.451 millones, implicando una suba del 40% en relación al mismo mes de 2023, así como una baja del 6% en relación al mes de julio de 2024, informó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48 % de las exportaciones del país.
Frente a la especulación de algunos sectores, ayer el secretario de Planeamiento y mano derecha de Caputo, Juan Pazo, anunció un pagaré para que los productores canjeen soja por insumos y maquinaria agrícola.
Todo para que las predicciones del ministro se acerquen más a la realidad.