El FMI, a través de su portavoz oficial, Julie Kozack, celebró el veto de Milei a la reforma jubilatoria que iba a recomponer los ingresos de los jubilados. En este sentido, el organismo de créditos apoyó la búsqueda de déficit fiscal "cero" que impulsa el Gobierno.
Después de la acalorada sesión en Diputados y la ratificación del veto a la ley de movilidad jubilatoria, desde el FMI se posicionó en favor del Gobierno en su búsqueda de reducir el gasto fiscal para "una mayor reducción en la inflación y mejorar la credibilidad de las políticas", dijo Kozack.
Y agregó: "Estamos de acuerdo con la idea del Gobierno de fortalecer la sustentabilidad general del sistema previsional al tiempo que se protege el valor real de las jubilaciones".
Con el veto de Milei a la ley de movilidad jubilatoria que había legislado el Senado, las jubilaciones tendrán aumentos mensuales según la inflación del INDEC y un incremento retroactivo del 12,1% por abril, pero los jubilados y pensionados no tendrán un 8,1% más de aumento ni se tendrá en cuenta, para ajustar, la variación salarial, como proponía la ley que Milei descartó.

Macri tomó 57 mil millones de dólares de deuda durante su gestión y, aún con la renegociación, es uno de los problemas financieros del país más complejos de saldar. En la renegociación, Caputo logró que el Directorio del FMI aprobara el desembolso de 4.700 millones de dólares, pero el acuerdo también dice que el gasto fiscal se debe reducir para que no haya déficit y los aportes del Central al Tesoro deben mantenerse bajos.
Estas dos metas, durante los últimos tres trimestres, se incumplieron, pero el programa económico y político de Milei va alineado con los intereses del organismo multilateral de créditos. La relación con el Fondo es tan estrecha que Milei logró que el FMI desplazara de su cargo a Rodrigo Valdés, el director del Hemisferio Occidental, ya que el presidente lo acusó de tener "mala intención" con el país.
"El PUTS (o seguros de liquidez de los bancos) te obliga a pagar si lo deciden y es una contingencia enorme. Ahí hubo complicidad del jefe de la misión del FMI con el presidente del Banco Central de la gestión anterior. Estoy hablando del chileno Rodrigo Valdés. Él no quiere que a Argentina le vaya bien, es del foro de San Pablo", había dicho el presidente en diálogo con Fantino.