"¿Quién era la casta al final? Es una injusticia premiar a los traidores", se preguntó una jubilada que se encontraba protestando en las afueras de la quinta de Olivos mientras Javier Milei agasaja con un asado a los diputados que blindaron el veto a la reforma jubilatoria.
En una especie de "premio" a los diputados, Milei armó un festejo exclusivo para los legisladores que apoyaron su iniciativa y, por ende, su tan innegociable déficit cero, que se logra a costa del ajuste a la sociedad.
Por eso, pasadas las 19 horas, un grupo de jubilados se acercó a la Quinta a la espera del asado con cacerolas, ollas y banderas. “Nuestra jubilación vale menos que un gas pimienta”, declararon a C5N.
"Esto es un genocidio a los jubilados. Quién puede vivir con $300.000. Venimos acá porque estos son mercenarios, se vendieron por un asado, y por otras cosas más importantes. Hace dos meses votaron a favor con los jubilados y se dieron vuelta. Hay que parar esto, hay que salir a la calle", añadió otro manifestante.
Entre los carteles que portan los manifestantes se pueden leer diversas frases en contra de los legisladores y del Presidente. “Robar a los Jubilados es un crimen social”, dice una de las banderas más grandes, mientras que entre los carteles más pequeños abundan leyendas como “Diputados vendidos y traidores”.