El informe trimestral de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) indicó que el Estado, en sus diferentes formas, se queda con el 61,5% de la renta agrícola del productor argentino.
Esto quiere decir que por cada $100 de renta que genera el campo (en la producción de soja, maíz, trigo y girasol), $61,5 quedan en impuestos entre los diferentes niveles de gobierno.
"La renta es lo que le queda al productor cuando a los ingresos se le restan los costos de producir, sobre eso que le queda, el Estado se lleva casi dos tercios", explicó Nicolle Pisani Claro, Economista Jefe de FADA.
Entre todos los tributos que se cobran, el 64,5% son nacionales no coparticipables, 30% son nacionales coparticipables, 4,9% provinciales y 0,6% municipales.
"Esta actividad se desarrolla a lo largo y ancho del país pero la mayoría de los impuestos que afronta quedan en nación y nos vuelven a las regiones", advierte Natalia Ariño, Economista de FADA.

Renta agrícola, precios y costos
La caída de los precios, hacen reducir el valor bruto de la producción. Para la medición actual, los precios de los granos están por debajo del promedio de los últimos cinco años (2019-2024).
Esta caída de precios es razón del aumento del índice FADA al compararlo con junio 2024, con una diferencia de 1,6 puntos porcentuales.
Frente a junio 2024, en trigo, la caída es del 12,7% en su precio disponible en dólares, siendo el cultivo que más afectado estaba por los precios, en la medición de marzo. En soja y maíz la caída es del 3%. En cuanto a los costos de insumos, medido en dólares oficiales, se muestran valores estables, con algunas bajas de precio como puede ser en fertilizantes y fitosanitarios.